Coffee-in-store: cuando el retail se mezcla con lo gourmet
En los últimos años, el sector retail ha comprendido que la experiencia es tan importante como el producto. Una de las tendencias que mejor refleja esta transformación son las coffee-in-store: espacios donde el café se convierte en una extensión estratégica de la marca.
¿Qué son las coffee-in-store?
Las coffee-in-store son cafeterías integradas dentro de un espacio de venta, ya sea una flagship store, un showroom o incluso una boutique de lujo. No se conciben como un servicio añadido, sino como una herramienta para reforzar la identidad de la marca y prolongar la permanencia del cliente en el espacio.
Un café en tienda no es solo una bebida: es una experiencia de pausa, conversación y conexión con el universo de la marca.
Beneficios estratégicos de las coffee-in-store
Implementar este concepto aporta múltiples ventajas para las marcas premium y de lujo:
Refuerzan el branding: el café se convierte en un soporte sensorial. Desde la selección del blend hasta el diseño del mobiliario, cada detalle comunica valores de marca.
Fomentan la fidelización: generan un espacio donde el cliente no solo compra, sino que convive con la marca, se detiene y crea recuerdos.
Aumentan el tiempo de permanencia: cuanto más tiempo pasa un cliente en la tienda, mayor es la posibilidad de interacción y conversión.
Convierten el espacio físico en comunidad: más que un punto de venta, es un punto de encuentro. Los coffee-in-store pueden albergar reuniones, eventos privados o presentaciones de producto.
Humanizan la experiencia de compra: frente a un consumidor hiperconectado, el lujo contemporáneo apuesta por momentos auténticos y cálidos.
Pastelerías y heladerías: un universo dulce que potencia la experiencia
Aunque el café es el protagonista de este concepto, cada vez más marcas apuestan por sumar pastelería y heladería artesanales dentro de sus espacios retail.
El valor de estas propuestas va más allá de la gastronomía:
Coherencia sensorial: un postre exclusivo o un helado de autor refuerzan la identidad de la marca con un guiño a lo local o a lo artesanal.
Hospitalidad elevada: ofrecer algo dulce amplifica la percepción de cuidado y detalle, transmitiendo al cliente la sensación de estar en un lugar único.
Extensión del storytelling: al igual que ocurre con el café, la elección de recetas, ingredientes y presentaciones se convierte en un canal narrativo que proyecta los valores de la marca.
Atracción de nuevos públicos: un helado o una pieza de repostería pueden invitar a entrar a clientes que quizás no tenían previsto comprar, pero que terminan descubriendo y conectando con la marca.
En retail de lujo, una pastelería o heladería dentro de una boutique no es un servicio secundario, sino un gesto estratégico: un modo de transformar el punto de venta en un espacio multisensorial y memorable.
Coffee-in-store y el nuevo lujo
El lujo ya no se mide solo en exclusividad de producto, sino en la capacidad de diseñar experiencias memorables. Las coffee-in-store representan esa transición: un lujo accesible que conecta, invita y permanece en la memoria del cliente.
Según distintos estudios, los consumidores que permanecen más tiempo en un espacio físico muestran un 25% más de predisposición a interactuar con nuevos productos y colecciones. Un café se convierte, por tanto, en mucho más que un detalle: es una inversión en experiencia de marca.
Las coffee-in-store son un recordatorio de que el retail no se trata solo de transacciones, sino de tiempo compartido, emociones y pertenencia.
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